Hace unos días entré a un café muy lindo, de esos que huelen a torta fresca y pan recién horneada. Al acercarme a la vitrina para ver sus deliciosos productos, me encontré con algo que me sacó una sonrisa: en el carrito de las propinas había un cartel y dos tarros de vidrio. Uno decía Hombres y el otro Mujeres. El cartel preguntaba: ¿Quiénes mienten más?
Me dio risa. Una estrategia ingeniosa para motivar a la gente a dejar propina, ¿cierto? Pero esa pregunta me quedó rondando en la cabeza. Porque lo cierto es que solemos usarla en chistes, memes o conversaciones familiares. Muchas veces escuchamos frases como “los hombres son infieles” o “las mujeres son manipuladoras”. Y aunque nos hagan reír, están cargadas de estereotipos de género.
Ahora, siendo honest@s… ¿quién no ha mentido alguna vez? Que lance la primera piedra. Existen las “mentiras piadosas”, las exageraciones para impresionar, las medias verdades para evitar un conflicto, e incluso las grandes mentiras que cambian destinos. Más allá de su tamaño o color, la mentira parece ser parte de la condición humana.
Entonces surgen para mí preguntas inevitables:
- 👉 ¿Por qué mentimos?
- 👉 ¿Se puede dejar de mentir por completo?
- 👉 ¿Qué pasa cuando la mentira es hacia uno mism@?
El biólogo Robert Trivers propone que el engaño tiene raíces evolutivas: mentir podía dar ventajas de supervivencia, protegernos de enemigos, mantener vínculos, evitar conflictos y sostener la imagen de nosotros mismos frente al grupo. Es decir, la mentira no es solo un “defecto moral”, también ha sido una estrategia de adaptación.
Sin embargo, cuando lo miramos desde la psicología, descubrimos que esas estrategias se sostienen muchas veces en el miedo: miedo al castigo, al rechazo, al abandono, a no ser suficientes.
🎭 Las 5 grandes razones por las que mentimos
- Para protegernos 🛡️ Evitar un castigo o un conflicto.
Ejemplo: “El tráfico estaba terrible” (cuando en realidad saliste tarde).
- Para obtener beneficios 💰 Mentir para ganar dinero, estatus o poder.
Ejemplo: exagerar la experiencia en una entrevista de trabajo.
- Para cuidar relaciones 💞 Las “mentiras blancas” que buscan suavizar la verdad o no herir sentimientos.
Ejemplo: “Ese corte de pelo te queda genial” (aunque no sea tu estilo).
- Para proteger la autoestima 🌟 El autoengaño: convencernos de que “no nos importa” algo doloroso o que “todo está bien” aunque no lo esté.
- Para adaptarnos socialmente 🌍 Exagerar o inventar para encajar en un grupo.
Ejemplo: “Sí, yo también vi esa serie” (aunque nunca la hayas visto).
Estas razones nos muestran que la mentira no siempre nace de la maldad, muchas veces surge de la necesidad de pertenecer, de cuidarnos o de sostener vínculos.
Pero hay un tipo de mentira que me interesa resaltar hoy: la que nos contamos a nosotr@s mism@s. Estas van mucho más allá de si somos hombres o mujeres. De hecho, aunque empecé este texto con la intención de buscar en Google Académico algún estudio que demostrara quién miente más, lo que encontré mientras escribía fue otra cosa: un universo entero de mentiras que nos decimos hacia adentro. Ese mundo tiene un nombre: el autoengaño.
El autoengaño es como ponerse una venda en los ojos: nos protege a corto plazo del dolor, pero a largo plazo puede alejarnos de la realidad.
Ejemplos cotidianos de autoengaño:
- “Solo me tomo una copa, no es tanto”.
- “Mi pareja me controla porque me ama demasiado”.
- “No estoy triste, solo estoy cansado”.
- “No necesito descansar, funciono bien con tres horas de sueño”.
El autoengaño puede:
- ✔️ Reducir el dolor emocional.
- ✔️ Mantener vínculos (aunque no sean sanos).
- ✔️ Darnos valor para asumir retos.
Pero también tiene un costo: puede mantenernos atrapad@s en situaciones dañinas, impedirnos pedir ayuda o alejarnos de lo que realmente necesitamos.
🌱 Una invitación a la reflexión
La pregunta de la panadería se transformó en otra más profunda para mí:
- 👉 No es tanto quién miente más, si los hombres o las mujeres…
- 👉 Sino en qué momentos y de qué maneras me engaño yo mism@.
Porque en últimas, reconocer nuestros propios autoengaños es un acto de valentía. Es el primer paso para elegir con más conciencia, cultivar relaciones sanas y vivir con mayor coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Y tú…
¿En qué te has engañado a ti mism@ últimamente?
Y recuerda: siempre puedes amar más y mejor si es con el Co-Razón 🫀🧠.