Lo primero para superar un duelo emocional es entender que va a doler y que el dolor es la respuesta sana y normal ante una pérdida. Parte de superar ese duelo es reconocer las emociones que lo acompañan: negación, tristeza, rabia, duda, incertidumbre; aceptar las emociones y ser compasiv@ contigo, es sano.
Es importante saber que los duelos son procesos y los procesos llevan tiempo. Aceptar que no hacemos parte de la elección del otro o que a pesar de sentir afecto por nuestro ex, hemos decidido no estar con el o ella, requiere de tiempo.
Intentar saltarnos el proceso o evitar el dolor de la pérdida, nos puede llevar a tomar desiciones inadecuadas que no permiten un desarrollo sano del duelo.
Terminar una relación es una oportunidad de autoconocimiento. Cuando nos enamoramos descubrimos todas nuestras luces y ponemos en evidencia todas nuestras posibilidades, y en la ruptura, se ejercita la resiliencia y la posibilidad de ir trabajando por construir relaciones sanas basadas en un apego seguro.
De manera frecuente en las rupturas se afecta la autoestima, de ahí la importancia de trabajar en tu autoconcepto, en estimular la voz interior del adulto o adulta que eres y en entender que en las rupturas hay responsabilidades compartidas y que asumir las propias facilitará el aprendizaje.
Ten presente que usualmente sólo podemos controlar 3 cosas: lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos. Por tanto, hazte cargo de ello, vigila lo que piensas, sal del pasado, cuestiona tus pensamientos negativos y hazte preguntas que estimulen tu crecimiento emocional de esta manera estarás más conectad@ con la posibilidad que con la pérdida y te sentirás más motivad@ para hacer nuevas actividades.
En consulta veo la ansiedad de algunas personas por retomar su vida anterior a la relación lo más rápido posible, algo como saltarse el «nivel del dolor», en ese caso te digo… tomará tiempo… y bueno, seguramente ni tú, ni tu vida serán los mismos que antes, pues has sumado nuevas experiencias a tu banco de recuerdos.
Cuando terminamos una relación nunca salimos igual que antes; nos transformamos y adquirimos herramientas que seguro no teníamos en el pasado. Repito, esto es una gran oportunidad.
Con los días y si nos enfocamos de manera adecuada, iremos retomando el sueño o el apetito si ha disminuido y la motivación por los intereses también irá regresando. Tener una actitud de resistencia y evitación del dolor sólo empeora el proceso. Tener en cuenta qué es lo que se puede controlar de lo que está sucediendo y ocuparse de ello, permitirá estar enfocado en el proceso.