Adoptar la gratitud como un hábito remodelará tus vías neuronales, lo que te permitirá pensar de manera positiva, ser más resiliente y hacerte más responsable de tus emociones. Es más, en un estudio realizado en la Universidad de Harvard encontraron que cuando escribes razones por las que estás agradecido o las verbalizas, se reduce notablemente el estrés, el cerebro mejora el dormir y el apetito, activando así tu metabolismo.
Según estos hallazgos, la gratitud en el día a día es un cincel para el cerebro, pues puede remodelar las vías neuronales y reconectar este órgano para que piense desde las posibilidades y no desde las limitaciones, provocando a su vez un aumento positivo en el manejo de situaciones desafiantes y difíciles. La gratitud es tan sanadora que puede disminuir hasta el dolor físico!.
Por tanto, y como ya te lo he mencionado, entrenar el cerebro para estar en gratitud, ayuda significativamente a manejar las emociones negativas, en especial una que para mi es vacía y sin propósito: LA CULPA; esta emoción no tiene ninguna función adaptativa para el ser humano, por el contrario la culpa sólo lleva al castigo y no a la construcción.
Sin duda la gente agradecida puede ser más empática y amable.
Ahora bien, ya te he hablado de cómo la gratitud tiene varios efectos en el organismo, en este momento quiero compartirte 3 formas de estimular la gratitud en tu vida. Son nuevos hábitos que poco a poco puedes ir incorporando para que se vuelvan parte de tu cotidianidad y así, de esta manera, lograr que tu vibra esté arriba la mayor parte del tiempo:
1. Al despertar, cuando inicia tu día, tu mente está abierta y dispuesta a toda la información que quieras darle; pero también está llena de información poco útil o negativa que puedes descargar, soltar o eliminar con un ejercicio súper fácil, se llama páginas matutinas. Este ejercicio lo describe Julia Cameron en su libro El Camino del Artista; es un ejercicio que debes realizar en cuanto te despiertes y consiste en escribir en 3 páginas todo lo que va saliendo de tu mente con o sin coherenecia; no debes pensar, sólo debes escribir lo que viene a ti y dejarte llevar por tu mano. Es un ejercicio que estimula tu creatividad, te descarga de lo negativo y te dispone a llenarte de agradecimiento. Practícalo todos los días y verás los resultados.
2. Al igual que en las mañanas, en las noches tu mente está abierta para llenarla de información. Un excelente ejercicio es llevar un diario de agradecimiento en el que puedes anotar todo aquello por lo que estás agradecido cuando termina el día. Escribir es sanador y hacerlo sobre lo que agradeces potencializa tu mente. Mi recomendación es que elijas un tema en especial por el que te sientas agradecido; hacer una lista diaria de tooodas las cosas, de seguro te llevará a la monotonía, mientras que escribir de un tema en particular imprimirá consistencia al ejercicio.
3. Practica el dar las GRACIAS. Detente un momento y piensa en todas las personas que a diario puedes agradecer; hazlo desde la concienica, no mecánicamente. Agradece sonrisas, o que te sostengan una puerta, o que trabajen a tu lado, o que te escuchen, o que pidan tu opinión, o compartir un almuerzo, o que te cuenten algo, o que te preparen un café, o lo que sea!.
Volvamos el agradecimiento un hábito para la vida que le ayuda a tu cerebro, a tu salud mental, a tus relaciones, a los que te rodean y al mundo en general!