En un ejercicio de retrospectiva, debemos pensar en esos eventos y sus características, que algún día nos permitieron ser más felices que ahora.
Qué fue lo que nos unió, lo que nos hizo elegir a esa pareja y no a otra.
Todo esto lo debemos escribir y se convertirá en el material de inspiración.
Lo que proponemos para hoy es que trabajemos con las cartas, esta es una práctica muy positiva a la hora de contactarnos con el corazón de nuestra pareja y regresar a lo verdaderamente importante, la intimidad más allá del sexo, la identificación de por qué estamos con esa persona y no con otra y volver a las cartas, es una perfecta opción para esto.
Cuando queremos recobrar el amor, es importante volver a lo básico. Parar por un tiempo el odioso chat en donde no se pueden leer los sentimientos y en donde lo práctico y apurado de nuestro día se mezcla con el afecto y el amor.
Podemos sentarnos frente a una hoja en blanco y con nuestro puño y letra dejar salir nuestros sentimientos empezando por lo que sentimos y recordamos cuando éramos más felices, todo verlo en positivo, recordar solo cosas bonitas y lo que nos unió.
En una segunda carta podemos expresar lo que queremos, lo que añoramos, lo que en la relación más madura que ahora tenemos y enfrentando nuestra nueva realidad queremos que pase para que los dos sean más felices. Una tercera carta será la encargada de definir lo que vamos a aportar para que esto suceda.
Que es lo que estamos dispuestos a sacrificar para que la relación vuelva a su curso y los dos sean más felices. Es importante que definamos un lugar estratégica para las cartas y que pidamos con amor que sean contestadas.
Este instrumento es muy poderoso cuando tenemos una sospecha de infidelidad o cuando estamos siendo tentados por una situación en la que nos estamos viendo involucrados con otra persona.
Es la oportunidad para revisar lo que nos hizo unirnos a nuestra pareja, lo que nos gusta de ese ser humano con el que compartimos la vida y sobre todo escribírselo, porque en las relaciones de pareja no hay que dar nada por hecho o dicho, cometemos frecuentemente el error de pensar: “si estoy con ella es porque la quiero y porque me gusta o si no ya la hubiera dejado” tal vez “los hombres son los que tienen que ser detallistas las mujeres nunca, él sabe que lo amo y que solo lo tengo a él, que me gusta físicamente y soy feliz a su lado” pero no, en el amor no es así es importante que lo digamos y en esta oportunidad lo escribamos como una estrategia para revivir el amor.
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Con este ejercicio démosle una oportunidad al amor.
Si les funciona, si los resultados son positivos, los esperamos en el consultorio en terapia narrativa para seguir reescribiendo, borrando y encontrar el final que queremos darle a cada historia de amor