La vida sexual y el erotismo en pareja tienen diferentes momentos, al inicio todo está influenciado por una tormenta de emociones y hormonas que nos hacen sentir en éxtasis y delirio sexual que nos conecta con facilidad.
El deseo nos desborda y queremos estar en contacto todo el tiempo.
A medida que la relación avanza nos vemos enfrentados a diferentes desafíos; los hijos, la monotonía, el manejo del dinero, alguna enfermedad, el gusto por otras personas, el hecho de cambiar físicamente, los conflictos no resueltos, las diferencias no consensuadas… en fin, la vida pasa y la cotidianidad nos invade. Estas circunstancias pueden hacer que madure la relación, que nos fortalezcamos y que cada vez más nos acerquemos al objetivo de estar juntos siempre.
Sin embargo, ese no siempre es el camino, con frecuencia muchas relaciones se llenan de resentimiento, dolor, aburrimiento y el otro simplemente se puede convertir en paisaje. La vida sexual en pareja, como lo he explicado en otras entradas del blog, es fundamental, es ese aspecto que impregna la vida de pasión y dejarla apagar puede ser un atentado contra nosotros mismos, contra nuestra pareja y por ende, contra la relación.
A mi consultorio llegan parejas que afirman haber tenido matrimonios sin sexo durante años, buscando en la terapia el camino hacia la recuperación. Para contextualizar, un matrimonio asexuado es aquel en que el sexo ocurre 10 veces al año o menos, esto según estudios que señalan que al menos entre el 10% y 15% de la población disfrutan de una buena relación pero sin encuentros sexuales.
En estos matrimonios, el sexo no es tan habitual que para el momento en que las parejas tienen relaciones sexuales puede sentirse incómodo e incluso originar una disfunción sexual. Bueno, cuando esto sucede, en definitiva ya no existe una relación de pareja; son buenos amigos, compañeros, socios, papás, pero ya la palabra pareja no calza en la relación. Deserotizar la relación conlleva en muchos casos a buscar esa satisfacción sexual en otros, lo cual solo provoca más problemas si la fidelidad esta dentro de los no negociables.
¿Una relación sin sexo? Sí, las hay. Y es que algunas relaciones se vuelven carentes de sexo por muchas razones, a veces las parejas no se reservan un tiempo para ellas mismas, y así es muy difícil ser íntimo si no te sientes conectado con tu pareja. Otras veces, se puede desarrollar una disfunción sexual como disfunción eréctil, disfunción orgásmica en la mujer, eyaculación precoz o dolor durante el sexo, y el gran error radica en que en lugar de buscar ayuda en terapia sexual o de pareja, la persona evita el sexo. (Profundizaremos estos en otra entrada del blog) Cualquiera que sea la causa, una vez que las parejas entran en el ciclo, puede ser difícil de romper, generando resentimientos mutuos.
Es por esto que asistir a terapia es tan importante, las parejas aprenden a reconstruir su relación con el tiempo. Uno de los factores del alejamiento sexual son los conflictos no resueltos, resentimientos e insatisfacciones, estas situaciones muchas veces llevan a dinámicas tan nocivas para la relación como lo puede ser castigar con sexo a nuestra pareja. CRASO ERROR, lo primero que tenemos que entender es que las relaciones sexuales no lo tenemos por el otro, sino por nosotros mismos, no te castigues con algo que debes hacer por ti, claro por la relación también, pero no pierdas el norte de lo que debe significar la sexualidad y el erotismo en tu vida.
Y aunque es verdad que para hacer el amor, no hay que estar en guerra, mi recomendación es aprender a comunicar las insatisfacciones y a menos de que lo que este sucediendo en la relación sea uno de los NO NEGOCIABLES, no hay que permitir que se enfríe algo que siempre debe estar caliente.
Para muchas parejas es difícil entender o diferenciar cuando se puede negociar una situación, o como reencontrarse nuevamente en su sexualidad, para eso lo mejor es buscar ayuda profesional que permita orientarlos a una vida sana, satisfactoria y placentera en pareja.
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