Para los besos, las caricias y los abrazos hay todos los gustos. Hay quienes prefieren los besos profundos, largos y mojados, hay quienes se sienten mejor con besos cortos y secos; también hay abrazos de oso, caricias fuertes y caricias con las llemas de los demos. Sin importar como te gusta que te toquen, besen o acaricien, para nadie es un secreto que el contacto físico es fundamental para la relación de pareja.
Hay muchos estudios que demuestran que el contacto físico es primordial para el bienestar emocional y corporal.
Tocarnos o sentir al otro aumenta la producción de serotonina lo que nos relaja, aumenta la oxitocina hormona relacionada con el afecto y disminuye la producción de cortisol hormona del estrés. Sin embargo, si sabiendo que para todos es un beneficio, hay personas que valoran de manera excesiva ese contacto.
Hay quienes sólo se sienten amadas cuando su pareja tiene claras manifestaciones de afectos traducidos en toque físico; tomar de la mano cuando caminan, acariciar la cabeza, relaciones sexuales con frecuencia, besos, abrazos y cualquier situación que implique contacto amoroso, pasional y/o romántico.   
Hace tiempo que sabemos que el contacto físico es una forma de comunicar el amor emocional. Son muchísimas las investigaciones en el área del desarrollo infantil donde se ha llegado a esa conclusión: los bebés que son abrazados, acariciados y besados desarrollan una vida emocional más saludable que aquellos que se quedan sin el contacto físico durante largos períodos de tiempo. Por ende, el contacto físico es un poderoso vehículo para comunicar el amor en la relación.
Para muchos, el toque físico es su lenguaje principal de amor. Sin las caricias o esos acercamientos que erizan la piel, se sienten desamparados. Pero, cuando los viven, su tanque emocional se llena, y se sienten seguros en el amor de su pareja.
Los toques de amor implícitos requieren poco tiempo pero mucho pensamiento, especialmente si el toque físico no es su lenguaje principal de amor y si no creció en una «familia cariñosa».
Sentarse cerca uno del otro mientras ve su programa de televisión favorito no requiere tiempo adicional, pero puede comunicar su amor en voz alta. Acariciar a su pareja mientras ven televisión, trabajando, cuando conduce, o simplemente acercarte donde está sentado y abrazarlo, toma solo un momento. Tocarse el uno al otro cuando salga de la casa y nuevamente cuando regrese puede implicar sólo un breve beso o abrazo, pero le hablará a su pareja.
Una vez que descubres que el contacto físico es el lenguaje de amor principal de tu compañero, sólo estás limitado por tu imaginación en formas de expresar amor. Es importante saber, que el concepto de lenguajes del amor ayuda a todo tipo de relación, no solo a las románticas.
Es útil entender lo que le importa a la demás, familia, amig@, etc. En general, todo se reduce a saber lo que es importante para las personas, y de esta manera comprender, empatizar y trabajar con ellas un poco mejor. Todos somos diferentes.
Todos tenemos diferentes experiencias de vida; venimos de diferentes orígenes.
Tiene sentido que nos comuniquemos de manera diferente, también.
Los lenguajes del amor no pueden arreglarlo todo, por supuesto. No van a resolver problemas de dinero, por ejemplo. No harán que los suegros sean más tolerables o harán que su pareja le ayude más en la casa. Pero el concepto hace mucho para comunicarse mejor, y todos sabemos cuánto importa eso en una relación. Basemos nuestra relación en hacerle el bien al otro, lo cual se traduce en reciprocidad y abonará el terreno para amar y que nos amen mejor.
Luego de conocer los 5 lenguajes, cuéntanos cual es el tuyo y si ya tienes identificado el de tu pareja.
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