Ya había comenzado a escribir este blog hace unos días y empezaba hablando de los propósitos de inicio de año… pero ví un película en Netflix que se llama NYAD y eso me dió nuevas ideas; si no la has visto sáltate los dos primeros párrafos de este escrito, no quiero expoliar a nadie.

La película es basada en el libro de la vida de Diana Nyad, una nadadora de 60 años que decide hacer una hazaña que no pudo lograr cuando tenía 28. De esta película podría escribir sobre amor, abuso sexual, propósito de vida, relaciones LGBTI, amistad, inspiración, metas, lo importante del equipo o la tribu… te cuento que lloré a mares para ir acorde a la película. Suelo llorar mucho en las películas, pero esta me conmovió por muchas cosas.

Quise modificar la manera de comenzar este escrito contándote un poco de la película por una frase de la que hablan al inicio de ella, donde citan a la poeta Norteamérica Mary Oliver: «Dime, ¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?”

Amé esa frase .

Y bueno, como este blog es sobre cómo plantear tus propósitos de inicio de año dije… ¡ahí está!… esa es la pregunta que quiero hacerle a mis pacientes, amigos, familiares, lectores y conocidos… y por supuesto a ti: Dime, ¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida en este 2024?

Muchas personas al finalizar el año hacen un balance (de hecho, con ese fin hice el blog de la semana anterior, si no lo has leído presiona aquí, y al iniciar el año nuevo escriben o se plantean sus nuevos propósitos para los siguientes 365 días. Muchos de estos propósitos quedan en el olvido en los primeros 15 días del año, si no es que al día siguiente.

Pero ¿qué es lo que ocurre…? Tener la iniciativa de los nuevos comienzos está cargado de motivación, pero no es lo único que necesitas para cumplir objetivos, conseguir tus metas o cambiar hábitos, esto requiere de disciplina y energía sostenida, además de paciencia.

Cuando las personas quieren alcanzar una meta como tocar un instrumento, aprender un idioma, bajar de peso, o aprender a estar en el presente, requieren cambiar hábitos, lo que implica paciencia y tiempo. Al inicio no se ven los resultados y eso hace que se pierda el interés. Es la constancia en las acciones de todos los días la que logra el objetivo. Las metas son los resultados que quieres obtener, pero es el proceso sostenido el que en realidad hace los resultados.

En los siguientes párrafos te propongo algunas ideas que te pueden ayudar a plantearte unos objetivos que no se queden en la iniciativa, sino que tengan TERMINATIVA, palabra que me encanta, la leí hace mucho tiempo en un libro escrito por Luis Miguel Trujillo.

Para empezar, ya tienes tu autoevaluación del 2023, ahora revisa en qué quieres mejorar o qué cambios quieres lograr; puedes escribir tus metas en un cuadro que he creado descárgalo en este link. Para diseñar este ejercicio me basé en el MHP, el Milagro de la hoja de Papel del psiquiatra Daniel Amen, quien propone que al cerebro hay que ayudarle a acordarse de las nuevas metas que se quieren conseguir; el cuadro que te propongo tiene algunas modificaciones que le he hecho a lo largo del tiempo. Escribir tus metas por área y luego ubicarlas en un lugar visible, es una especie de ayuda para tu cerebro ya que al verlas a diario, le «recuerdas» a tu cerebro eso que te habías propuesto. O puedes hacer un mapa de sueños… llámalo como quieras. 

¡Ten en cuenta!, tanto las personas que consiguen sus metas como las que no, tienen objetivos similares; es como los deportistas olímpicos, todos quieren la medalla de oro, o como el matrimonio, nadie se casa para separase, pero en el camino hay muchos matrimonios que se rompen, se separan… ¿qué hace la diferencia?…Aquí dos ejemplos de respuesta…Diana Niad diría: nunca te rindas; James Clear autor del libro «Hábitos atómicos» propone no pienses en el resultado céntrate en el sistema, osea lo que estás haciendo a diario para conseguir eso que quieres.